HACIA LA CONQUISTA DE LA DIGNIDAD PLENA



Siempre recordaré el debate de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo como un momento histórico en el que la vida me brindaba ser una de las protagonistas.
No cabe duda de que formar parte del Parlamento es un orgullo, pero cuando a esta circunstancia se une el hecho de votar una Ley en la que crees firmemente, por justa y por necesaria, las sensaciones se duplican.
Algo así me ocurrió el miércoles, 24 de febrero durante el debate anteriormente citado, a ese orgullo de ser Parlamentaria y tener la oportunidad de implicarme directamente en las políticas que marcarán la vida de muchas personas se unió el orgullo de pertenecer a un Partido que tiene la valentía de gobernar proponiendo reformas demandadas desde hace tiempo por la ciudadanía progresista.
Las intervenciones de nuestros tres compañeros en el transcurso del debate echaron por tierra los argumentos que desde las posiciones más conservadoras de la Cámara se alzaron para impedir la aprobación de la Ley:
. Es una ley necesaria, intenta dar solución a un drama real como es el aborto. Garantizando la igualdad de oportunidades para todas aquellas mujeres que tomen esa difícil decisión, garantizándolas su derecho a la intimidad y la seguridad de que no serán señaladas por la calle, evitando situaciones bochornosas como las que se han vivido recientemente y lo que es más importante, que cualquier mujer esté amparada por un servicio público y de calidad.
. Es una Ley debatida, en la que han participado expertos de los ámbitos social, médico y jurídico.
. Es una Ley consensuada, y que mejor reflejo que las votaciones de ayer en el Senado, dónde siendo el PP el grupo mayoritario, se quedó únicamente votanso con la Senadora de UPN, un Senador del Mixto y uno de CiU, perdiendo todas y cada una de las modificaciones y supresiones que intentaron introducir al texto.
Me pareció tan hipócrita la férrea defensa del derecho a la vida de la derecha negándose a condenar por otro lado, la guerra de Irak y con ello las muertes de tantas personas inocentes y sobre todo, tan hipócrita intentar legislar la moral sin una mención a la jerarquía eclesiástica a la cual intentar contentar que no logro entender la cobardía de ese Partido a la hora de argumentar sus posiciones.
A partir de su publicación en el BOE y tras 4 meses, entrará en vigor una de las Leyes más esperadas por aquellas mujeres que han luchado tanto en nombre de muchas.
Ahora entiendo las lágrimas de alegría de compañeras como María Escudero y Carmen Alborch y la piel de gallina en muchas senadoras más jóvenes que como la que les habla sabían que se acababa de dar un paso fundamental para alcanzar la dignidad plena de la condición femenina.