No reconozco a mi país

Ayer se debatieron las enmiendas a la totalidad presentadas a los Presupuestos Generales del Estado, debate en el que el PP hizo valer el rodillo de su mayoría absoluta con un desprecio igual de absoluto al diálogo, al consenso y a la negociación.
Llevo tiempo afirmando que a este país en un año no lo conoce ni Dios...hoy creo que va a a ser en bastante menos tiempo.
Hemos pasado de ser un país referente en Europa en temas como la lucha contra la violencia de género, la sanidad pública y avances sociales como la Ley de Dependencia a ser el mayor exponente de una legislación extremadamente ideologizada y vinculada con la derecha más rancia.
Y es que en estos 120 días,con los sucesivos Decretos Leyes aprobados viernes tras viernes por el Consejo de Ministros unido a los Presupuestos que se están debatiendo, la ideología ha entrado en el Parlamento como elefante en cacharrería, llevándose por delante consensos que tardamos años en construir y destruyendo derechos que creíamos consolidados.
Hoy vivimos en un país donde quien defraudó y evadió impuestos tienen premio,en un país que retrocede 25 años en la universalización de nuestra sanidad pública, olvidándonos que una vez fuimos país de emigrantes (y que no estamos muy lejos de volver a serlo), en un país en el que los hijos de familias de rentas medias y bajas volverán a tener muy difícil acceder a la Universidad, en un país donde el trabajador volverá a ser súbdito del empresario.
Hoy, yo no reconozco a mi país, y me da pena, este Gobierno ha demostrado ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes, hoy los que más necesitan de lo público ven como quedan excluidos del sistema.
Hace poco escuché a Patxi López decir que la razón de ser del socialismo es no dejar a nadie en la cuneta de la historia, hoy esa afirmación cobra más sentido que nunca.