Cada semana el recorte de la anterior nos parece nada... Llevamos seis meses de continuos viernes "de pasión" a escrutar después de cada Consejo de Ministros y las tijeras se van engrasando a una rapidez vertiginosa para recortar siempre por el mismo lado, por las capas más vulnerables de nuestra sociedad.
Se me atropellan en la mente un millón de ideas a la vez que voy tecleando lo que quiero transimtir y surge como prioridad una defensa férrea de lo público y de la política tan arrastrada en estos momentos. Y proclamo la defensa encarnizada de lo público porque cuando lo público va mal, los más débiles acaban heridos de muerte. Existen muchos intereses en denostar lo público, muchos intereses en hacer grandes negocios con lo que hasta ahora eran los pilares básicos de la igualdad de oportunidades de nuestro país.
Empezaron con la Sanidad, pasando de un Sistema Nacional de Salud en el que los beneficiarios eran todos en nuestro país a un Sistema de asegurados, en el que las personas en situación irregular quedan excluídos del mismo. Siguieron con la Educación, aumentando la ratio de alumnos por aula, eliminando los préstamos-renta y subiendo las tasas educativas minando las posibilidades de acceso a la Universidad para muchas familias de clase media-baja. Continuan ahora con la Dependencia, estableciendo el copago de forma brutal añadiendo la vivienda de los usuarios del Sistema, eliminando a las cuidadoras familiares, la mayoría mujeres, del acceso a la Seguridad Social, reduciendo el mínimo garantizado por dependiente, paralizando durante 3 años la entrada de nuevos beneficiarios.
Todo esto en aras a evitar fraudes y abusos... que estamos acostumbrados a vivir por encima de nuestras posibilidades!... y todo esto de forma paralela a una rebaja en los objetivos de lucha contra el fraude fiscal ( de 10.500 millones recaudados en el último año de Gobierno Socialista a los 2.500 previstos por el Gobierno del Sr. Rajoy) y a una amnistía fiscal en la que esos mangantes de cuello blanco que han estado evadiendo capital de nuestro país pueden regularizar su situación evitando la correspondiente multa y tributando a un tipo bastante menor de lo que tributan los que religiosamente cumplen con sus obligaciones tributarias.
Y mientras hacemos todo esto, los políticos de la derecha, ideológica y del hemiciclo, aplauden vitorean y jalean a su Presidente y el pulso en las calles se recrudece y al final todos en el mismo saco... y eso es muy peligroso, porque va minando la credibilidad ciudadana en las Instituciones democráticas y ese es el primer paso para el resurgir de extremismos y populismos varios que en nada favorecen la protección de quienes más necesitan de lo público.
Seamos críticos pero rigurosos, mucha gente nos necesita.
