ALGO ESTÁ CAMBIANDO


El atentado terrorista del viernes donde Eduardo Puelles, un servidor público y un garante de la libertad perdió la vida, supuso el primer jarro de agua fría para Patxi López como Lehendakari.

Pero desde cualquier rincón de España, también con el corazón helado por esa nueva familia rota, se empezó a visualizar que algo ha cambiado en la política vasca.

Ya Patxi López desde su investidura, hizo patente la diferencia con el PNV, eliminando la simbología religiosa y el imaginario nacionalista de la toma de posesión.

Pero ha sido la gestión del atentado la que ha puesto de relieve el cambio fraguado en las urnas vascas.

El endurecimiento del discurso de condena del Lehendakari con frases como "no vamos a dar ni un minuto de respiro a los violentos" ó "se acabó la arrogancia de la capucha" muestran de una manera clara la apuesta por la batalla policial y por la desligitimación de la banda terrorista ETA.

Pero además, hay una serie de actuaciones que pasan desapercibidas para los que no residimos en el País Vasco y que conviene que siempre que tengamos la oportunidad las hagamos llegar a la gente para que se den cuenta de que en política "no todos somos iguales"; me estoy refiriendo a la retransmisión por primera vez en la televisión autónoma vasca de una manifestación de repulsa por un atentado, me estoy refiriendo al crespón negro que lucía en una esquina de los televisores, a las tres banderas oficiales ondeando a media asta frente al Parlamento Vasco, a la imagen que todos los españoles pudimos ver cuando unos ertzainas retiraban una foto de un terrorista, al fín de la impunidad de la apología al terrorismo en las herriko tabernas, santuarios de la izquierda abertzale....

Algo ha cambiado, sin duda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué pronto nos olvidamos de las negociaciones con los asesinos de la ETA, perdón, con los "hombres de paz" que cometían "accidentes mortales" ante la total indignación de las víctimas!

http://www.youtube.com/watch?v=g-aIE2utm2c

Después de "traicionar a los muertos", cambiamos por conveniencia ¿hasta cuándo? Los socialistas pasan del crimen de Estado (GAL) a la negociación política con sanguinarios criminales a una velocidad de vértigo, siempre en el extremo, pero jamás en defensa de las libertades.