En los próximos días se conocerán los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, una tarea que debido a la situación que estamos atravesando no habrá sido nada fácil.
Sin duda alguna, estos Presupuestos tienen que tener un objetivo muy claro y definido y no puede ser otro que la reactivación económica de nuestro país. Una reactivación económica que pasará por la puesta en marcha de un nuevo modelo económico que impulse, a su vez, un cambio en el modelo productivo.
Ese modelo económico tiene que estar asentado en tres pilares fundamentales: la educación, las políticas I+D+i y un claro apoyo a las infraestructuras y a la inversión pública. Una inversión pública que en estos momentos tiene que ser importante debido a que la iniciativa privada no puede incentivar la demanda, una inversión pública importante frente a un mercado que no ha sido capaz de responder a la crisis que él mismo provocó.
Todo ello, sin olvidar el eje de la política socialista, el mantenimiento y refuerzo de las políticas sociales, que suponen el aval de nuestro proyecto y la coherencia con las propuestas de nuestro programa electoral.Pero, seguramente, tras la presentación de los Presupuestos, será la política fiscal la que se convierta en un arma arrojadiza del Partido Popular contra el Gobierno como ya hemos podido comprobar estos días pasados. La política fiscal que va a seguir el Gobierno responde al claro objetivo de mejorar la capacidad de ingresos del Estado para poder hacer frente a los gastos derivados del mantenimiento y mejora del Estado del Bienestar. Una política fiscal basada en la equidad para que aquellos que más tienen sean los que más aporten, una política asentada claramente en el principio de solidaridad.
Y es que tenemos que ser conscientes de que de esos ingresos nos beneficiamos todos, el Estado, las CCAA y los Ayuntamientos y que lo que no podemos amparar es la política fácil que el Partido Popular quiere hacer. Quien propone una bajada de impuestos en las circunstancias que estamos viviendo, luego no puede estar legitimado para pedir a manos llenas a otra Administración que sí que ha tenido la valentía de hacer frente a esa situación.
No hace falta ser economista para saber que si no hay ingresos no puede haber servicios, y esa falta de servicios públicos siempre la sufren los mismos, los que no pueden suplirla con servicios privados.Seamos coherentes con lo que decimos y con lo que hacemos, sólo así mejoraremos la credibilidad de la ciudadanía en quienes gestionamos su bienestar.
1 comentario:
Buen artículo, Myriam. Lo leí el otro día en el Palentino, y creo que es claro y pedagógico, que es lo que hace falta en estos días frente a la demagogia del pp.
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